Lecciones aprendidas: Pintura y dispensación robotizadas automatizadas

A estas alturas, cabe suponer que todo el mundo conoce las ventajas de implantar robots para automatizar sus aplicaciones de pintura y dosificación de líquidos.

 

La automatización reduce los costes y los residuos, mejora la calidad y la seguridad, y tiene otras innumerables ventajas. (Si no has oído hablar mucho de ello, Google tiene algunos artículos muy útiles e informativos que explican y apoyan el avance hacia la automatización robótica).

 

En Saint Clair Systems, recomendamos encarecidamente la automatización. Esperamos que este blog le ofrezca algunos elementos útiles a tener en cuenta a la hora de decidir si implanta o no una aplicación de dispensación automática de fluidos en su empresa.

Lo que hemos visto

Hemos tenido la suerte de asistir en primera fila a varias implantaciones de dispensación automatizada, y vemos el proceso desde una perspectiva única como expertos en el control de la viscosidad y la temperatura del material en el punto de aplicación.

 

En nuestro sector, lo normal es que sólo veamos aplicaciones en las que a) el usuario final ya ha determinado que la variación de temperatura y viscosidad debe tenerse en cuenta de antemano, o bien b) tienen problemas para obtener resultados coherentes tras una aplicación.

 

Hablemos del grupo que se encuentra con problemas imprevistos tras la aplicación.

dispensing

Culpar al proveedor de material

Cuando los resultados siguen siendo inaceptables, vemos que los usuarios finales recurren a añadir un proceso adicional, pero completamente evitable. Lo que en el momento de la implantación se denominaba retrabajo se ha convertido en una parte permanente del proceso de dispensación.

 

Añadir material adicional

Hemos visto pequeños grupos de personas, fuera de la cabina, con material y brochas buscando sustratos expuestos y aplicando material extra. Lo llamaban retoque.

 

Segundos abrigos

Hemos visto adiciones a una cabina de pintura en las que una persona pulverizaba otra capa de revestimiento sobre la capa dispensada robóticamente. En lugar de llamarlo segunda capa, también lo llamaron retoque.

 

Pulido y abrillantado

También hemos visto líneas de revestimiento en las que la gente pulía y añadía revestimiento adicional. Lo llamaban el departamento de delicadeza. (En otras palabras: un retoque).

 

En algún momento, la reelaboración se convirtió en una parte inevitable de su proceso.

Control de la temperatura

Mediante una serie de pruebas y errores, muchas empresas llegan finalmente a la conclusión de que el problema que causa la variación en su proceso de dispensación es
la temperatura
que afectan directamente a la viscosidad. De esta conclusión suelen derivarse diversas soluciones:

Salas con temperatura controlada

A menudo, vemos que las empresas construyen una sala de temperatura controlada alrededor del almacenamiento a granel o de la sala de mezclas. Se trata de una mejora en el control del proceso de dosificación, sin duda, pero lo importante es que el recorrido del material sigue estando sujeto a diversos factores que, en última instancia, influirán en la temperatura y la viscosidad.

 

Ya sea por el calor del proceso, los cambios en la temperatura de la planta o el paso por un horno, es poco probable que un material mantenga su temperatura hasta el punto de aplicación. El control de la temperatura de la cabina de pulverización es sin duda importante, pero no basta para garantizar la temperatura del material en el punto de aplicación.

 

Calentadores de pintura en línea

Los calentadores de pintura en línea también pueden mejorar los resultados de dosificación, pero los materiales siempre estarán sujetos a las mismas variaciones a menos que se instalen muy cerca del punto de aplicación.

 

Además, los calentadores en línea no proporcionan ninguna oportunidad de enfriamiento si el material se calienta lo suficiente como para afectar a la dispensación. Aunque los calentadores de pintura en línea pueden ser la solución adecuada para diversas aplicaciones, es importante conocer sus limitaciones.

 

Consideramos que la temperatura y la viscosidad más importantes del material son el punto de aplicación. Como muestra el gráfico, la única forma de conocer la temperatura del material en el punto de aplicación es medir y controlar esa temperatura en el punto de aplicación.

Hacia una solución

Si no ha automatizado su proceso de dispensación, quizá deba planteárselo a una empresa con experiencia. Una implantación satisfactoria le ayudará a recortar costes, reducir residuos, maximizar la calidad y mejorar la seguridad.

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En los más de 30 años que llevamos en esto, no hemos visto ninguna aplicación que no haya funcionado a la larga. Naturalmente, algunas van más fluidas que otras, pero, al final, todas han supuesto una mejora general.

 

Si está pensando en automatizar una aplicación de dosificación de líquidos (pinturas, revestimientos, selladores, adhesivos, etc.), asegúrese de hacer preguntas e investigar para comprender desde el principio el impacto de las variaciones de temperatura.